Permanentemente buscamos la punta del ovillo, muchas veces no encontramos ni la oveja, ni la lana. Por que continuamente estamos en ese estado romántico, esperando que aparezca esa persona que nos permita volver a soñar y creer en el amor. Te propongo… que imaginemos y recordemos esos juegos que aprendimos de niños, casi adolescentes, el del verdad consecuencia, el juego de la botella… te acordas? Quizás cuando nos toque la prenda, tal vez nos miremos, cuentan que una mirada lo dice todo y si llega ese toque de labios, llamado beso!!! intentemos descubrir si nos invade la pasión, si existe? Si así fuese… empecemos a enrollar el camino de nuestras vidas, quizás lleguemos a la punta del ovillo. Quizás nuestras almas sean gemelas, quizás tal vez, se enciendan nuestros corazones!!!
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