Vivir y sobrevivir. De eso se trata querido hijo.
Y aprendí que el equilibrio, se encuentra sólo si se recupera la AUTOESTIMA y cuando empiezan a secarse las lágrimas de dolor por una pérdida, por un engaño, por una traición, por un abandono , y enterramos bien profundo la impotencia, la bronca, el rencor, el enojo, porque sino liberamos esos sentimientos, envenenamos el cuerpo y el alma día tras día.-
Aprendí también que las cosas que nos tocan vivir son menos siniestras de lo que uno se imagina, si no traspasamos límites de riesgo, si las enfrentamos a tiempo( como una enfermedad), si uno no amenaza, no endilga culpas, no se muestra víctima sacrificado o perdedor…
Blanquear situaciones personales es de valientes, pocos lo pueden hacer y sólo la verdad, pero la auténtica , es lo que vale y no aquello que nos conviene.,Y el silencio no es una opción para vivir con dignidad porque la sinceridad, la honestidad, la humildad, es una cuestión de VALORES, y no se olvidan si se han aprendido y se han ejercitado correctamente. Pero cada uno es el reflejo de lo que tiene adentro, y asi hay gente que no aprendió a querer o en su vida el amor, en todos sus sentidos, solo tiene huellas muy leves, y así se resisten a reconocer errores o perdonar sin entender que el perdón los libera del dolor y solo así, podrán a futuro elegir un vínculo afectivo sano para su vida.- Y hoy te digo, querido hijo, posicionada desde otro lugar, que todo esto lo aprendí en poco tiempo, (sola en ocasiones y con ayuda terapeútica en otras), que las MADRES, solo las madres estamos preparadas para soportar lejanías y todo lo que eso implica.
Me sostiene hoy saber que fue tu decisión tomada en circunstancias poco claras el marcharte de casa, y me consuela la felicidad total o parcial que puedas alcanzar, el recuerdo del ángel que te cuidaba cuando tenías fiebre y bronco espasmos, el remolino doble de tu pelo rubio, el primer diente que aún está guardado, tu llanto desconsolado pidiendo irnos cuando fue la última crisis con tu papá, la botellita de la prosperidad en que juntábamos moneditas en tiempos de crisis( un dia juntaste 4 pesos y saliste con eso), tu aparato de ortodoncia que aparecia en la almohada sin usar, los pantalones que te lavaba con tornillos o tuercas, la lanchita que hiciste con mi secador de pelo una siesta de verano, tus primeros zapatos azules, tu capacidad de armar cosas insólitas, tu primera carrera , esa borrachera feroz en la que me asuste horrores, las milanesas que ya te cansaban, los suspiros de alivio al verte llegar después de una salida, la felicidad al saber que podés amar a una mujer, tu sensibilidad que guardabas muy bien desde la introversión o el silencio y en definitiva, el APRENDIZAJE que estás haciendo en esta vida, con tus propias decisiones y el costo moral y físico que significa correr tus propios riesgos, aunque te caigas… pero se que te levantarías igual que lo hice yo, porque en eso somos parecidos.
En el fondo, los HIJOS QUE SE VAN ( tu hermana, vos) vuelven todos los días ya sea en el recuerdo personal o por esos comentarios de tus más cercanos( avisando que estas muy delgado, que no se te ve bien, que te falta mamá, que comés mal, que dejaste de estudiar, que seguis enojado…)
Pero lo bueno de este oficio de madre es que templa los sentimientos y borra de la mente la palabra enojo, enemigo, y borra todo fraude moral y y enciende la comprensión..
Y aca recuerdo a mi propia madre a quien abandoné a los 23 años y reencontré tantas veces como se me antojó, según mis ganas,o mi humor, pero a la única que llamo en el dolor y en tan pocas alegrías y a la que tanto necesito a pesar de mis 49 años y 1200 km de distancia…
Hijo, el amor de madre es el único que no ofrece terreno para el olvido, y como cada día, desde que fuiste ese 31 de julio, estás presente en todo, no te ignoro, no te doy vuelta la cara, te dejo msjs que no tienen respuesta y no te invado porque fue tu decisión marcar silencio.. y el exilio voluntario una circunstancia…
El tiempo dicen que cura las heridas y es verdad.. y uno empieza a funcionar y adaptarse a otro modo de vivir, pero es la vida la que se encarga de pasar factura tarde o temprano y acá no hay premios o castigos, sino consecuencias…
Yo estoy como siempre, lo sabés, incondicional, sigo siendo tu mamá y algun día, tal vez algún día sientas ganas de darme un abrazo…
Vos y belén forman parte de mi mundo chiquito. También a ella le escribí.. Los amo.. te amo..
Mi deseo para el 2010: SEAN FELICES. SEAMOS FELICES..
MAMÁ
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