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viernes, 9 de octubre de 2009
caminos con destinos cruzados
Caminaba con pasos lentos, su cuerpo se había tornado pesado con el paso de los años, sus canas blancas combinaban con su tez morena…
Por el sendero que conduce al río y pasa por su cabaña, iba paso a paso. Solitario, pensado en lo que había vivido, en lo que había dejado de vivir y en lo que quería. Con su caña de pescar, con un libro de compañía, pasaba horas a orillas de ese río, que lo hacia meditar y proyectar de alguna manera sus ganas y deseos de vida.
En otra parte del Universo que lo rodeaba, estaba ella sentada frente a la ventana… escuchaba radio… en un momento empezó a sonar una música, que le trajo un recuerdo a la memoria. Como un choque de energía en ese momento… se rozaron los pensamientos.
Hay música, cosas, señales que a veces se nos cruzan para hacernos recordar algo vivido.
Ambos tenían sus “vidas hechas” (por decirlo de alguna manera); fueron felices tuvieron hijos, fueron amados y amaron. Pero desde hace tiempo que están solos, uno abandonado por la esposa, el otro separado porque el amor ya no daba su calor.
La tarde esta tranquila. Leyendo un libro él… se da cuenta que quizás podría encontrar a esta persona que tanto deseaba ver. Se levanto y fue a su cabaña a buscar una libreta donde tenía unos números telefónicos.
Ella en un momento pensó en buscarlo… pero no se animo. Estando frente a la ventana suena el teléfono,una voz dulce para sus oídos... pregunta por ella. Las lagrimas corren por las mejillas de él, la voz se quiebra… no lo puede creer, ella aun pensaba en él. Pasaron un par de horas charlando, hasta que se pusieron de acuerdo para reencontrarse después de casi 40 años.
Eligieron un lugar donde el romanticismo se mantuviera… aun después de tantos años sin verse.
Llego el día, él con el perfume que lo caracterizaba de joven… ella con el color de ropa que la volvía una mujer sensual. Como todo caballero un ramo de flores en su mano derecha… se va acercando... la mira y la besa!!! Ella en silencio, con los ojos llenos de lágrimas lo mira y le pide otro beso.
Están llegando a sus casi 60 años de vida… están como si fueran dos niños… están enamorados como si hubieran compartido toda la vida, como si el tiempo les perteneciera.
De regreso, en silencio y solitario vuelve a su rutina, sin dejar de pensar en lo sucedido, lo que había vivido y sintiendo que no lo quería volver a dejar atrás.
Hace muchos años, una tarde de primavera fue la última vez que la vio. En su memoria brotan los recuerdos de esa época. En la cual él siendo muy joven, hacía ver su desenfado como un simpático atorrante, con un carisma y un ángel propio que por un instante hacia perder la cabeza de algunas mujeres, o chicas por aquel entonces. Pensando en ese tiempo atrás, en lo que había hecho… al dejar este gran amor, no quería que se repitiera de la misma despedida.
Quedándose ella nuevamente con la mirada triste al ver que él se marcha como la primera vez, sin decir una palabra…
Una tarde de Noviembre, en la orilla del lago que desembocaba el río que surcaba el fondo de su casa, estaba él pescando y mirando como el atardecer perfecto de cordillera se iba vislumbrando. En ese momento un pique se entrecruzó con su historia de amor. El salmón que todo pescador sueña, como regalo de un imponente paraíso, estaba entre sus manos…. lo contempló agradecido y decidió su libertad. Dicen que las cosas que queremos si la dejamos ir, vuelven con más fuerza…
Pasaban los días y no dejaba de pensar en ella. Paso el verano, y llego el otoño encontrándolo con un año mas y solitario en ese paraíso, al que le faltaba algo para ser un edén completo.
En el otro lugar del mundo, ella seguía su vida, algo triste. Tenía pensamientos y sentimientos encontrados, pensaba en él aunque no debía, y necesita entender lo que le sucedía para así poder continuar en paz consigo misma. Quizás era hora de hacerle frente al amor y pelearlo, tomar la iniciativa para solucionar tan controvertida situación.
Él contemplaba desde su sillón favorito con un café irlandés entre sus ajadas manos, la estufa hogar; el fuego encendido hacía sentir el calor, poco a poco. Abstraído en sus pensamientos lo interrumpe un golpeteo de manos… Sin saber porque su corazón se alteró. Se asoma a la ventana y ve lo que tanto deseaba, tanto esperaba!!!
De pie, junto al cerco estaba ella. Esperando… sedienta de sus besos, de sus caricias, de su calor. Allí comprendió que estaba enamorada de ese hombre desde hace años, muchos años, de toda una vida.
Su corazón latía tan fuerte como el de él. Sin mediar palabra alguna sus ojos se comprendieron y sus cuerpos se fusionaron.
Al amor hay que ayudarlo, al amor hay que alimentarlo, al amor hay que sentirlo, al amor hay que vivirlo. Siempre tiene que prevalecer el amor.
Esta es una gran historia, en parte verídica, en parte alimentada por la ilusión. Mi gran deseo es que cada uno encuentre su gran amor. Como decían los cuentos de mi abuela “por siempre, jamás”.
Te amaré hasta que vos me dejes y te dejaré de amar solo cuando me muera.
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2 comentarios:
hola Benjamin, interesante el ralato. Aunque le hubiera aumentado la edad, yo tengo 51 y en el relato pareciera como que llegar a esa edad es ser muy grande. De todos modos estoy buscando historias de amor para llevar al cine, si estas interesado y tenes algo que sea lindo y no corra sangre y queres mandarme algo para ver, podes hacerlo. Mi nombre es Eduardo Garcia Valsi, soy actor y actualmente con proyectos propios y mi pagina web www.eduardogarciavalsi.com.ar, podes mandarme emails a edumarsoft@hotmail.com
gracias
Benjamin,me encanto!!!!! hermosa historia,realmente las descripciones lograron convertirme en parte de la misma.....quien no tiene en sus recuerdos un amor pasado,prohibido o que por caminos "cruzados " no se dio,y que muy dentro nuestro fantaseamos con que tal vez algun dia,mas no sea en un sueño ,se haga realidad...hermosa historia!!!
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